Ohh… ¡Dios mío! ¡Creo que voy a vomitar mis vísceras! Me duele tanto la barriga que siento como si me hubiera estallado el útero. Y no es por nada en concreto, sino por todo en general. En realidad las cosas nunca son por nada en concreto, aunque eso nos parezca. Es un cúmulo de sucesos que se retuercen en nuestro interior creando unos nudos terriblemente fuertes entorno a nuestras entrañas. Encontrar el núcleo de todo ello es bien complicado. Requiere un gran poder de concentración y autoconocimiento. La meditación puede ser una cura, pero es difícil llegar a ella. Es como levitar. A veces nos da la sensación de que levitamos cuando las paredes de nuestro cuarto se languidecen y al mirar hacia arriba notamos nuestro cuerpo en el subsuelo del sótano. Pero eso solamente es un delirio febril.
No hay comentarios:
Publicar un comentario